El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) debilita el sistema inmunitario del organismo, y en su etapa más avanzada causa sida.
El sida es el estado más avanzado del VIH, cuando el cuerpo pierde su capacidad de luchar contra las infecciones y enfermedades, y queda indefenso ante graves afecciones ocasionadas por más de 20 infecciones oportunistas o de cánceres.
El VIH entra en contacto con la superficie mucosa del organismo, encuentra células blanco susceptibles y pasa al tejido linfático, donde inicia la reproducción masiva del virus, después pasa al torrente sanguíneo logrando una amplia propagación; en este estado algunas personas pueden presentar síntomas parecidos a la influenza, sin embargo es posible que algunas personas no tengan síntomas. Durante el curso de la infección, las células inmunitarias más importantes, llamados linfocitos T CD4+, se desactivan y son destruidas. Así el VIH deteriora gradualmente la función inmunitaria del organismo, resultando en la manifestación del sida.
A diferencia de otros virus, el cuerpo humano no puede eliminar el VIH, sin embargo una detección y tratamiento oportuno puede prolongar significativamente la vida de muchas personas que viven con el VIH.
El VIH se puede transmitir a través la sangre, los fluidos de los órganos sexuales (líquido pre eyaculatorio, semen, secreción vaginal y anal) y la leche materna de una persona con el VIH. Estos líquidos deben entrar en contacto con una membrana mucosa, un tejido dañado o inyectarse directamente en el torrente sanguíneo para que pueda ocurrir la transmisión. Así, las tres vías de transmisión son:
No. Está comprobado que el VIH no puede transmitirse por el contacto casual o cotidiano como los abrazos, las caricias, los besos o por compartir utensilios para comer o de baño, ni por nadar en albercas. Tampoco se transmite a través de los animales, ni por picaduras de insectos.
Mujeres, hombres, jóvenes y niños que se expongan a cualquiera de las formas de transmisión (sexual, sanguínea o perinatal) no importando raza, orientación sexual, nivel socioeconómico ni religión.
Es importante resaltar que una sola práctica de riesgo es suficiente para tener la posibilidad de contraer el VIH, por ello es importante seguir las medidas preventivas.
− Abstinencia sexual (no tener relaciones sexuales)
− Practicar sexo con protección: condón femenino o masculino, de manera correcta y constante
− Limitar el número de parejas sexuales. Cuantas más parejas tenga, mayor es la probabilidad de tener una pareja con el VIH
− Usar sangre y sus derivados seguros. Que hayan sido previamente analizados y estén libres de VIH
− Usar equipo de inyección nuevos o esterilizados en cada aplicación
− Usar guantes de látex o poliuretano siempre que se maneje sangre o secreciones corporales
− Hacer la prueba de detección de VIH si se tiene un embarazo o se planea
− Si la madre tiene VIH, seguir las indicaciones y tratamiento que el médico especialista señale.
Realizar una prueba de detección de VIH es la única forma de saber si se tiene el virus.
Si se ha estado expuesto a cualquier forma de transmisión: tener relaciones sexuales orales, vaginales o anales sin usar condón y/o usar equipo de inyección no esterilizado; debe realizarse la prueba del VIH.
La prueba de detección de VIH contribuye a:
Es importante considerar que para que una prueba sea confiable, deben transcurrir tres meses desde la última práctica de riesgo.
Si se está embarazada o planea estarlo y ha estado expuesta a cualquier forma de transmisión de VIH, es aconsejable realizar la prueba de VIH; si el resultado es negativo, podrá tomar decisiones informadas sobre su conducta sexual y la forma de mantenerse protegida; si el resultado es positivo hay tratamientos que además de mejorar su salud, reducen en un alto porcentaje las posibilidades de que el VIH se transmita al bebé antes, durante o después del parto.
La prueba más común del VIH es la prueba de detección de anticuerpos (inmunoensayo), que detecta los anticuerpos generados por el organismo para combatir el VIH; puede realizarse en un laboratorio o con una prueba rápida. Si la prueba de inmunoensayo resulta positiva, la prueba de seguimiento, que es más específica, ayudará a dar un diagnóstico correcto.
Si la prueba arroja un resultado negativo y no se han tenido prácticas de riesgo en los últimos 3 meses, entonces no se tiene el VIH. Para seguir así, debe seguir las medidas preventivas.
Si la prueba de inmunoensayo y la prueba confirmatoria resultan positivas, es importante buscar ayuda profesional e iniciar el tratamiento a la brevedad; un tratamiento temprano y un estilo de vida saludable, pueden ayudar a mantener una vida plena y productiva.
Tener el VIH no significa que se tenga sida. El sida es la etapa más avanzada del VIH; un tratamiento y seguimiento adecuados pueden evitar el desarrollo del VIH, previniendo el sida.
El tratamiento para el VIH puede retrasar o evitar la evolución del virus. El tratamiento es una combinación de antirretrovíricos que evitan que el VIH se multiplique en el organismo, dando oportunidad al sistema inmunitario a vivir más tiempo y proteger al organismo de las infecciones.
No. Tener el VIH no significa que se tenga sida. El sida es la etapa más avanzada del VIH; un tratamiento y seguimiento adecuados pueden evitar el desarrollo del VIH, previniendo el sida.
Es cuando una persona que no tiene VIH (VIH negativa) entra en contacto con la sangre, los fluidos de los órganos sexuales y/o la leche materna de una persona que vive con VIH, quedando en riesgo de transmisión. Este contacto debe ser directo con una membrana mucosa, un tejido dañado o inyectarse directamente en el torrente sanguíneo para que exista la posibilidad de transmisión.
Una sola práctica de riesgo es suficiente para tener la posibilidad de contraer el VIH, por ello es importante seguir las medidas preventivas.
Para que una prueba sea confiable, deben transcurrir tres meses desde la última práctica de riesgo.
Es realizar acciones que te expongan al VIH.
En la actualidad no existe una cura, sin embargo, una atención médica adecuada puede controlar el VIH y evitar que siga desarrollándose en el organismo; entre más pronto inicie el tratamiento, mayores beneficios tendrá.
No. Actualmente no existe una vacuna para prevenir el VIH ni para tratar a las personas que lo tengan.
Sí, a esto se le llama superinfección del VIH. Una nueva cepa del VIH puede reemplazar la cepa original o permanecer junto a ella. Los efectos de la superinfección varían de una persona a otra; en algunas personas la superinfección puede hacer que se enfermen más rápido, debido a que la nueva cepa del virus resistente a los medicamentos que ya estén tomando para tratar la infección inicial por el VIH.
Alta. Cuando se usan de manera correcta y constante, los condones femeninos y masculinos son altamente eficaces para prevenir el VIH.
Además, los condones también sirven para prevenir otras infecciones de transmisión sexual (ITS) como la gonorrea, la clamidia, el virus del papiloma humano, el herpes genital y la sífilis, entre otras.
No. Además de la abstinencia, sólo los condones masculino y femenino protegen contra el VIH.
Otros métodos anticonceptivos como la píldora, el parche, el diu, el espermicida, etc., sirven únicamente para prevenir un embarazo no deseado, pero no representan ninguna protección contra el VIH ni otras infecciones de transmisión sexual (ITS), ya que permiten el contacto directo de los fluidos, permitiendo la entrada del VIH al organismo.
Sí. Los lubricantes pueden ayudar a evitar que los condones se rompan. Si el condón es de látex, es seguro usar lubricantes a base de agua o silicona, los lubricantes a base de aceite, como las cremas para las manos, vaselina o aceite de bebé, pueden romperlo. Si el condón es de nitrilo, es seguro usar cualquier tipo de lubricante.
No. El VIH no sobrevive por mucho tiempo fuera del cuerpo humano, por ejemplo en superficies, y no puede reproducirse.
No. El VIH sólo puede contraerse al estar en contacto directo con la sangre, los fluidos de los órganos sexuales y/o la leche materna de una persona que vive con VIH. No se transmite por contacto cotidiano en el trabajo, la escuela o lugares públicos.
El VIH no se transmite por:
Sí. Tener relaciones sexuales anales es el tipo de relación sexual de mayor riesgo para contraer o contagiar el VIH.
El VIH puede encontrarse en la sangre, el semen, el líquido preseminal o las secreciones anales de una persona con el VIH.
El uso del condón puede reducir el riesgo de transmisión del VIH de manera significativa.
Sí. Durante las relaciones sexuales vaginales, el VIH se transmite de hombre a mujer más fácilmente que de mujer a hombre. En las mujeres, el VIH puede ser absorbido directamente a través de las membranas mucosas que cubren la vagina y el cuello uterino.
En los hombres, el VIH puede entrar al cuerpo a través de la uretra (el orificio en la punta del pene) o a través de pequeños cortes o llagas abiertas en el pene. El riesgo de infección por el VIH aumenta si usted o su pareja también tiene una infección de transmisión sexual (ITS).
El uso del condón puede reducir el riesgo de transmisión del VIH de manera significativa.
Sí. Representa un menor riesgo de contraer VIH que con la práctica de relaciones sexuales anales o vaginales, pero también se queda expuesto, especialmente si existen úlceras bucales, encías sangrantes, llagas genitales u otras infecciones de transmisión sexual (ITS), que pueden ser visibles o no. El mayor riesgo de las relaciones sexuales orales es en la estimulación con la boca al pene, con eyaculación dentro de la boca.
El uso del condón puede reducir el riesgo de transmisión del VIH de manera significativa.
Sí. La sangre con VIH puede entrar al organismo en soluciones de drogas a través de lo siguiente:
No directamente, sin embargo el consumo de alcohol y/o el uso de drogas no inyectables pueden aumentar su riesgo de exposición al VIH. Estar bajo los efectos del alcohol y otras drogas, afecta su capacidad de tomar decisiones seguras sobre el sexo y/o el uso de otras drogas, le hacen menos inhibido y lo pueden llevar a tomar riesgos que probablemente no correría si estuviera sobrio, por ejemplo tener relaciones sexuales sin condón.
Sí, siempre que no se tomen las medidas de seguridad e higiene necesarias. Los tatuajes y las perforaciones en el cuerpo representan un posible riesgo de transmisión del VIH, por hacer uso de equipo de inyección. Asegúrese de que sólo se usen agujas, tinta y demás suministros nuevos y que la persona que realiza el procedimiento tenga la licencia correspondiente.
No. El VIH no se transmite por la saliva y no hay casos documentados de transmisión al ser escupido por una persona con VIH. Tampoco existe riesgo de transmisión del VIH por rasguños, porque no hay transferencia de líquidos entre las personas.
No. No hay evidencia de transmisión del VIH a causa de la picadura de mosquitos u otros insectos. El VIH no se reproduce y no sobrevive en insectos.
No, el VIH no se transmite a través de los alimentos. No se puede contraer el virus por consumir alimentos que tocó una persona que vive con el VIH, aun cuando el alimento tuviera pequeñas cantidades de sangre o semen con el virus; éste no sobrevive mucho tiempo fuera del cuerpo y la exposición al aire lo destruye.
Sí, aunque los informes de casos de transmisión del VIH de una mujer a otra son raros. El flujo vaginal y la sangre menstrual pueden contener el virus y la exposición a esos líquidos a través de las membranas mucosas (de la vagina o la boca) podrían ser el medio de transmisión.
Los factores de riesgo del VIH y las vías de transmisión se aplican para todos por igual, sin embargo, algunas personas tienen un mayor riesgo debido al lugar donde viven, sus hábitos y quienes sean sus parejas sexuales.
Así, las y los trabajadores sexuales, al tener más parejas sexuales, tienen más probabilidades de encontrar a una persona que viva con el VIH. El riesgo aumenta si no utiliza el condón en todas sus prácticas. Así mismo, las personas que utilizan drogas inyectables, tienen más riesgo de contraer y/o transmitir el virus.
El riesgo de que los trabajadores de los cuidados de la salud se expongan al VIH en el trabajo (exposición ocupacional) es muy bajo, en especial si siguen medidas protectoras y usan equipo de protección personal para prevenir la transmisión del VIH y otras infecciones transmitidas por la sangre. Para los trabajadores de cuidados de la salud, el principal riesgo de transmisión del VIH en el trabajo es por lesiones accidentales con agujas y otros instrumentos cortopunzantes, que pueden tener el virus; sin embargo incluso ese riesgo es muy bajo.
Aunque es posible la transmisión del VIH en los entornos de salud, este tipo de casos es muy poco común. La práctica cuidadosa de métodos de control de infecciones, protege a los pacientes y a los proveedores de cuidados de la salud de una posible transmisión del VIH en los consultorios médicos, odontológicos y en los hospitales.
El riesgo de contraer el VIH por recibir transfusiones de sangre, productos derivados de la sangre o trasplante de órganos o tejidos contaminados con el VIH, es extremadamente bajo debido al análisis riguroso del suministro de sangre, de órganos y tejidos donados.
Sí. Tener una infección de transmisión sexual (ITS) puede aumentar el riesgo de contraer o transmitir el VIH. Si no tiene el VIH pero tiene una ITS, tiene de 2 a 5 veces más probabilidades de contraer el VIH si tiene relaciones sexuales sin protección con alguien que lo tenga, esto debido a que las ITS pueden aumentar el número de células blancas para el VIH, incrementando el riesgo de contraerlo; si además éstas ITS generan lesiones o llagas en la piel, aumentan las probabilidades de transmisión.
Si tiene el VIH y también otra ITS, tiene de 3 a 5 más probabilidades de transmitir el VIH a través del contacto sexual, debido a que existe una mayor concentración del virus en el semen y las secreciones genitales.
Dependiendo de las recomendaciones de su médico especialista:
La mejor manera de reducir el riesgo de contraer el VIH es detener el consumo de drogas. Algunas drogas, como metanfetamina, cocaína o alcohol, pueden ponerlo en riesgo de contraer el VIH al reducir sus inhibiciones y aumentar su probabilidad de que tenga conductas de riesgo.
Las drogas inyectadas como hormonas, esteroides o silicona, puede transmitir el VIH directamente en la sangre, mediante el equipo de inyección.
Busque ayuda y hable con su médico para comenzar un programa de desintoxicación.
Otras maneras de reducir el riesgo de contraer el VIH o transmitirlo son:
Sí. La profilaxis pre-exposición o PrEP puede disminuir el riesgo de contraer el VIH y consiste en la toma de medicamentos diariamente. La PrEP es recomendada para las personas que no tienen el VIH, pero que corren el riesgo constante de contraerlo, es decir:
Sí. La profilaxis posexposición o PEP es el uso de medicamentos después de un único evento de alto riesgo, con el propósito de evitar que el VIH se reproduzca y se propague por el cuerpo; debe iniciarse en los primeros tres días luego de la posible exposición. La PEP no es sustituto de otros métodos de prevención del VIH.
No, pero seguir las medidas preventivas puede disminuir el riesgo de transmisión del virus: informar a sus parejas sexuales que tiene el VIH y usar condones de manera constante y correcta, recibir el tratamiento del VIH y hacer las pruebas de detección de otras infecciones de transmisión sexual (ITS).
El tratamiento para el VIH ayuda en todas las etapas de la enfermedad y retrasa o previene la evolución del virus; reduce la cantidad de virus (carga viral) en la sangre y en los fluidos corporales, prolongando significativamente la vida de las personas que viven con el VIH y disminuyendo la probabilidad de transmitirlo a otras.
El tratamiento es una combinación de antirretrovíricos que evitan que el VIH se multiplique en el organismo, dando oportunidad al sistema inmunitario a vivir más tiempo y proteger al organismo de las infecciones.
Si vive con el VIH y está embarazada, hay medicamentos antirretrovirales que pueden reducir significativamente el riesgo de transmitirlo a su bebé durante el embarazo y el parto; además una cesárea y evitar amamantar al bebé, previenen la transmisión del virus.
Si es VIH-negativo pero su pareja vive con el VIH, consulte con su médico sobre la PrEP (tratamiento diario para prevenir el VIH) y aliente a su pareja a que obtenga y mantenga el tratamiento del VIH, para reducir la probabilidad de transmisión.
Si su médico especialista lo considera necesario, puede recetar algunas medicinas a su bebé recién nacido para protegerlo.
Estamos contigo, acércate a nosotros para brindarte información en tema de orientación financiera, educativa, legal y de salud.
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